Los nuevos dueños estadounidenses de Chelsea han resultado ser igual de despiadados que el magnate ruso que reemplazaron.
Thomas Tuchel fue despedido el miércoles como técnico del club de la Liga Premier, cuando apenas ha transcurrido un mes de la temporada y días después que los nuevos propietarios —
encabezados por el co-dueño de los Dodgers de Los Ángeles Todd Boehly — completaron un derroche récord de 300 millones de dólares en el mercado de pases.
La decisión se produjo un día después de la derrota por 1-0 ante Dínamo Zagreb en la primera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones.
Chelsea se caracterizó por el constante cambio de entrenadores durante el ciclo de 19 años estuvo con Roman Abramovich,
el oligarca ruso que tuvo que vender al club tras ser sancionado por el gobierno británico por lo que describió ser un cómplice en la “brutal y barbárica” invasión de Ucrania.
Boehly fue el rostro del consorcio que adquirió a Chelsea por 2.500 millones de libras (3.100 millones de dólares) en mayo y,
pese a su escasa experiencia en el fútbol se nombró director ejecutivo y a la vez director deportivo interino a cargo de las transferencias.
Aparte de gastar a manos llenas en nuevos jugadores, Boehly ha despedido a Tuchel — el técnico que llevó a Chelsea al título de la Liga de Campeones el año pasado — no puede seguir al mando del equipo en la nueva era.